AUTOACEPTACIÓN 

 La autoaceptación es un pilar fundamental para nuestro bienestar emocional y mental. Este proceso consiste en aprobarse y valorarse a uno mismo tal y como se es, con todas las virtudes y defectos que se poseen. Aceptarnos a nosotros mismos nos permite vivir con mayor paz interior y nos ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia la vida.

¿Qué es la Autoaceptación?

La autoaceptación no implica conformidad con las situaciones actuales, sino más bien la aprobación de uno mismo como un ser humano único y valioso. Es el reconocimiento de nuestras propias capacidades y limitaciones, y la disposición a amarnos a pesar de nuestros defectos.

Autoaceptación vs. Conformidad

Es importante diferenciar entre autoaceptación y conformidad. La autoaceptación significa reconocer y aceptar quiénes somos en este momento, mientras que la conformidad implica no buscar mejoras ni cambios, quedándonos estáticos en nuestra zona de confort.

Consecuencias de la Falta de Autoaceptación

La falta de autoaceptación puede llevar a problemas de autoestima, inseguridad, ansiedad y depresión. Cuando no nos aceptamos, vivimos en una constante lucha interna, tratando de ser alguien que no somos o buscando la aprobación externa para sentirnos valiosos.

Beneficios de la Autoaceptación

La autoaceptación ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia la vida y a tener una mejor relación con uno mismo y con los demás. Nos permite ser más resilientes ante las adversidades y a enfrentar los desafíos con una mentalidad más constructiva. Además, nos libera del constante juicio y comparación con los demás, lo que nos permite vivir de manera más auténtica y plena.

Recuerda que... Ser tú mismo en un mundo que constantemente intenta hacer de ti algo más es el mayor logro. Aceptarse a uno mismo y seguir el propio camino hacia el desarrollo personal es clave para ser feliz.

Ámate, acéptate, mímate y a diario sé la mejor versión de ti mismo. No te compares con nadie. Eres un ser único y especial ❤️.

 Abrazando el cambio

El camino hacia la sanación.

Aceptar que no todo reposa en nuestras manos es el primer paso hacia la sanación. En una sociedad que nos empuja constantemente hacia la perfección, es fundamental detenerse y meditar. Este acto de pausa forma parte de nuestro florecimiento personal.

Transformar nuestro sendero y ajustarnos a nuevas circunstancias es esencial, ya que estamos en constante cambio. Sentir tristeza, miedo o ansiedad no solo es normal, sino que puede ser una parte importante del proceso de crecimiento.

¿Por Qué Buscar Ayuda Profesional?

A veces, aceptar el cambio y navegar por nuestras emociones puede ser abrumador. En esos momentos, buscar ayuda profesional puede marcar una gran diferencia. Un terapeuta o consejero puede ofrecerte herramientas y perspectivas que quizás no habías considerado.

Recuerda, la perfección no es un requisito para la sanación. Lo importante es ser consciente de nuestras necesidades y estar abiertos a recibir ayuda cuando la necesitemos. Abrazar el cambio y pedir apoyo son actos de valentía y autocuidado.

Adelante, con valentía y apertura, en tu camino hacia el bienestar.

Dra. Blanca Carrero      

Psiquiatra - Psicoterapeuta 

 

Después de 4 años

 Introducción: 

Durante los últimos cuatro años, muchas cosas han cambiado en mi vida. He estado ausente de mi hogar, pasando muchos momentos difíciles, pero también muchas alegrías y logros. Estoy ansiosa por compartir mi viaje con mi familia y amigos.

Durante éste lapso, he experimentado un crecimiento personal significativo. He aprendido a valorarme a mí misma y a los demás. Aprendí a enfrentar mis miedos, a ser más independiente y a tomar decisiones muy contundentes. Estas habilidades me han ayudado a avanzar en mi vida personal.

También he desarrollado relaciones nuevas y significativas. He conocido a gente increíble y he hecho amigos de todo el mundo. Estos amigos me han ayudado a ver el mundo desde diferentes perspectivas y me han dado el apoyo y la motivación necesarios para seguir adelante.

Durante los últimos cuatro años, también he logrado muchas de mis metas. He logrado estabilizarme profesionalmente en tierras lejanas y completar numerosos proyectos. Estos logros han fortalecido mi Fe y confianza, permitiendome avanzar hacia un futuro aún mejor.

He trabajado en una variedad de empleos diferentes, desde lavar baños, ser ayudante de cocina y cuidar de una Sra. Muy mayor que sigue viva en mi corazón. Esto me ha enriquecido con una gran cantidad de experiencia y sensibilidad humana, que me han permitido avanzar en mi carrera como médica psiquiatra.

Éstos cuatro años han sido una experiencia increíble. He experimentado un crecimiento personal significativo, desarrollado nuevas relaciones importantes, logrado mis metas y desarrollo mental, profesional y espiritual. 

Estoy emocionada de recomenzar a escribir... Y compartir mi viaje con mi familia y amigos.

Un gran abrazo 🌹

Duelo

Hace un par de días cuando iba en el transporte público, en la acera del frente, al lado de una entidad bancaria, estaba una señora que aparentaba ser de la tercera edad, llorando con tal aflicción que nos llamó la atención tanto al conductor como a mi… lo que produjo el comentario, de la frecuencia con la que ahora se ve en la calle, personas llorando, hablando solas y comiendo de la basura, puede parecer exageración, ¡que más quisiera, pero no lo es!  y como es lógico de vuelta al llanto de la señora, surgió la elucubración de que probablemente recibió una muy mala noticia, algo así como la muerte de un familiar, a todas estas el conductor dijo algo muy escalofriante… acá todos estamos en duelo… el silencio se hizo presente en el resto del trayecto el cual llegaba a su fin, pues me baje en escasas par de cuadras…

Quién no ha perdido algo o a alguien… pero con el tiempo nos consolamos y aun con el dolor a cuestas seguimos nuestros rumbos…

Habitualmente utilizamos la palabra duelo, pero realmente sabemos los que significa, lo importante de vivirlo, reconocerlo, trabajarlo y superarlo…

Sigmund Freud, definió el duelo como “la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción equivalente”.

Después de una pérdida (perdida de un ser querido, del empleo, una relación, el estado de salud, la juventud, etc..) se produce un proceso de adaptación emocional, que abarca conjuntamente dimensiones físicas, cognitivas, filosóficas y de la conducta, el duelo significa dolor, el cual se puede manifestar en llanto, tristeza, desesperanza y otras emociones negativas, se puede sentir dolor físico con incluso limitación para la movilidad normal, potenciando el deseo de estar en cama, desencadenando una cascada de efectos que perturban a todo nivel la cotidianidad, es por ello que se torna de suma importancia reconocer que se está viviendo un momento dolorosos y así ayudar a fluir el cambio que esto desencadena.

Para la autora de "On death and dying" Elisabeth Kübler-Ross (2010-2017), el duelo el duelo se divide en cinco fases:

1.           Fase de Negación. Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la pérdida

2.           Fase de Enfado, Indiferencia o Ira: Estado de descontento por no poder evitar la pérdida que sucede. Se buscan razones causales y culpabilidad.

3.           Fase de Negociación. Negociar consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y contras de la pérdida. Se intenta buscar una solución a la pérdida a pesar de conocerse la imposibilidad de que suceda.

4.           Fase de Dolor Emocional (o depresión). Se experimenta tristeza por la pérdida. Pueden llegar a sucederse episodios depresivos que deberían ceder con el tiempo.

5.           Fase de Aceptación. Se asume que la pérdida es inevitable. Supone un cambio de visión de la situación sin la pérdida; siempre teniendo en cuenta que no es lo mismo aceptar que olvidar.

El duelo suele durar entre 6 meses y un año, cuando se trata de la pérdida de un ser querido muy allegado (Madre, hijo, cónyuge...). En el caso de que los síntomas no cesaran después de estos períodos y provocaran problemas para desenvolverse en la vida rutinaria, es muy importante acudir a un profesional de la psiquiatría, ya que la persona afectada puede estar sufriendo un episodio de depresión crónico, lo que implicaría un duelo patológico. No siempre se cumplen todas las etapas, ni necesariamente ocurren en el orden señalado.

Un nuevo día para una nueva vida

Es miércoles y luego de pasar cerca de 5 días con fallas de electricidad bastante prolongadas, me levanté a la hora programada y al ver por la ventana de la cocina la inmensa multitud aglomerada en las puertas de las 2 entidades bancarias que quedan cerca de mi apartamento, pude reflexionar que… “siempre habrá alguien en peores y en mejores condiciones que tú”, "es cuestión de percepción"... por lo que inicié unos de los ejercicios mentales que más me gustan... “dar gracias por lo que si tengo y por lo que no tengo"… 

A lo largo de mi vida he aprendido que “aquello que no tiene solución, no representa un problema” y aunado a lo anterior, ese aprendizaje me ha llevado a concienciar aquello de “todo pasa” y eso se aplica tanto a lo agradable como a lo desagradable.

Hace un buen tiempo la calidad de vida de mi país ha ido desmejorando a grandes pasos, las fallas eléctricas, los problemas con el suministro de agua, la dificultad para conseguir los alimentos, el deficiente transporte público, la inseguridad, la insalubridad, la carencia de medicamentos y un elevado número de factores inhóspitos han ido produciendo ante las estadísticas epidemiológicas una ola de “trastornos depresivos” de incalculable proporciones, a la que se le ha querido atribuir como foco el “trastorno de adaptación"… ósea ¿percibir el dolor de la separación de unas condiciones medianamente humanas, es tener un trastorno de adaptación? ¿desear evolucionar, mejorar, trascender, es ser un desadaptado?... es decir que para ser “normales” debemos dejarnos cocinar en este caldo putrefacto de la mediocridad cual sapos a fuego lento…  Duelo, lo que hay acá es un profundo duelo ante la muerte de las ilusiones, las familias desechas y la continua incertidumbre del “¿y ahora qué?”…

Debemos recordar que todo pasa en esta vida, comenzando por la vida misma… los pensamientos que eternizan esta situación se vuelven sofocantes, desenergizantes, carcomen la mejor de las voluntades y han producido un gran éxodo, condición de supervivencia aprendida ancestralmente, si tienes miedo huyes o atacas, pero también están los que se paralizan, los que no cuentan con las herramientas mentales para ver una salida y se hacen presa de la abrumadora situación.

Es normal sentir miedo, es normal extrañar a los seres queridos, al trabajo, a las condiciones de vida que te permitían fluir, lo que no es normal es darte por vencido, busca ayuda, siempre y hay algo que hacer, revisa tu sistema de creencias y fortalécelo, cultiva tu FE y esperanza, haz nuevos grupos de amistades, hablen de sus intereses más genuinos (deporte, arte, programas de entretenimiento, etc.), eviten hablar de la situación país, descubran nuevos caminos que transitar o transiten aquellos que ya conocen y que les brinden PAZ… 

Sé por experiencia propia que no es nada fácil el reinventarse, el hecho de ser psiquiatra no me libra de sentir y padecer, pero si me insta a poner en práctica lo que predico, pues como muchos, cada día debo lidiar con carencias, tal vez menos o más que otros, que me hacen buscar una motivación más profunda para seguir luchando y brindando lo mejor en cada instante.

Cada quien tiene su propia batalla que enfrentar, eso sí, no dejo de repetirme… "Gracias Dios por la oportunidad de estar viva, gracias Dios por poder caminar, gracias Dios porque mi hija y nietos están saludables… Gracias Dios… Gracias Dios"…